viernes, 28 de octubre de 2022

miércoles, 19 de octubre de 2022

El sentimiento de la vieja escuela arqueológica

A menudo me pongo en la mente y la piel de aquellos grandes exploradores, arqueólogos, entusiastas del conocimiento de su entorno, amantes de lo desconocido y conscientes del peligro ante sus limitaciones.

Aquéllos que se adentraron en lo más profundo de los continentes desconocidos para occidente y su clasismo. Muchos en busca de respuestas, otros por un fin comercial, pero todos ellos en busca de la sensación de control de su libertad. Hacerse legendario, reconocido era el veneno de la doble moral de la arqueología de los viejos tiempos. El atractivo del descubrimiento... Ese era el motor principal de la motivación.

Pero por un momento, cierren los ojos y piensen en las miles de sensaciones, la adrenalina cargando el alma de un modo completamente desbocado, el misterio y sus variantes miedos estremeciendo la piel. La vista cansada por las horas en vela, el cuerpo maltrecho y cansado por el tremendo esfuerzo y más de una enfermedad desconocida.. hacían mella en la mente y el corazón de toda la expedición, las miles de falsas ocasiones en que pensaban estar ante algo relevante... Les destrozaba mentalmente. Las presiones de los gobiernos y sus gobernantes, las puñaladas traperas de los financieros, la deserción de los compañeros de viaje incluso la perdida de alguno de ellos. La idea del no regreso al hogar... Todos esos fantasmagóricos sentimientos atacando cuerpo y miente. El clima acompañando la tortura cual cómplice ferviente. La esperanza rota y lentamente desapareciendo cual gotas de la cantimplora. Entonces, solo entonces ante el momento menos esperado, cuando ya parecía imposible, un grito, una mano temblorosa, el repicar de sus palas, las brazadas de las cerdas de sus brochas o bien un machetazo certero a los pies de la raíz más alta...les informaban del éxito.

Y su alma estallaba...su ser crecía hasta límites insospechados...

Esas son las motivaciones que fielmente envidio de ellos... Y las lecciones del esfuerzo que no deberíamos dejar perder.

domingo, 9 de octubre de 2022

Triste mundo que nos queda


El mundo de la cultura está de un eterno luto, un maldito viernes negro que se alarga a los más comunes días y noches, el nivel es tal que se nos acumulan las lágrimas y perdemos el norte y el sujeto a llorar, nos quedamos solos ante las enormes hemerotecas de la digitalización del conocimiento, mientras sufrimos la dura realidad de la carente cantera de iconos para el futuro de las generaciones venideras. El hecho de pensar en las vacías vacantes del mundo de la cultura nos rompe aún más en pedazos. Nosotros amantes de los viejos tiempos, de pegar el oído y el alma a la radio, de seguir las conversaciones con los conocedores de causa, aquellos maestros sin aula de la existencia y la comprensión del que somos y porque lo somos. Aquellos que nos pusieron sobre nuestras temblorosas palmas de las manos el poder más grande de la humanidad, el conocimiento, la sabiduría más profunda y constructiva. Nos dieron la pasión, nos hicieron conocer las danzas de las musas y su danza nos enamoró del mundo. 

Ahora nuestras atragantadas lágrimas nos llevan a una visión de la sociedad de la que jamás quisimos ser participes. El vacío. Vacío profundo y existencial que nos lleva a un abandono moral y sentimental demasiado profundo como para ver salida. Y más si pensamos en que somos parte de la solución y poseedores de las más inteligentes herramientas socioculturales para hacerlo.

A mi pesar la herida seguirá sangrante...

lunes, 3 de octubre de 2022

Las colinas de quedan sin el Loco

Una de las más tristes noticias que jamás quisiera haber recibido. Las colinas de la cultura se quedan vacías, el maestro de la palabra, loco de alma y mente navegante...abandona este mundo tan terrenal en el que estamos sumergidos.

Por suerte y tristeza nos hace herederos de su extensa hemeroteca a la cual tenemos acceso libre en esta nueva generación de información tecnológica. Pero deberíamos ser más amantes del conocimiento y buscarlo a la par y con similar entusiasmo y dedicación que lo hacemos con el entretenimiento vacío. Deberíamos cuidar de los grandes maestros de la vieja escuela del pensamiento libre, aquellos humanistas de pie de calle que con su experiencia continuada y expresada al máximo nos daban las claves para ser mejores.

Ahora se nos va el Loco... Nos quedamos solos, pero dependerá de nosotros recordarlo como merece.

A ti Loco, gracias por tantas notas, por tantas páginas de la historia del conocimiento que nos diste a los sedientos de conocer.

sábado, 1 de octubre de 2022

Adiós al maestro Ángel Casas

Nos despertamos con la noticia que jamás quisiéramos oír. Nos deja el Maestro de la más canalla escuela del buen periodismo. Nos abandona Ángel Casas. Valiente, sátiro inspector de la cultura, aventurero de la vida y conocedor de causa. Defensor de la idea libre y amante de la buena vida.

Respetuoso, cariñoso y serio a partes iguales.

Adiós Maestro...