jueves, 3 de noviembre de 2022

Necesidad de cultura

Las grandes investigaciones de la humanidad en busca del conocimiento más puro e intenso de lo desconocido o incluso aquello olvidado por y en los tiempos, a llevado a la humanidad a emprender los más grandes viajes y no solo a nivel físico, sino que también se han emprendido viajes al fondo de la moralidad y mentalidad en busca de esas respuestas y conocimientos que complementen su existencia. A mi pesar la necesaria evolución social y tecnológica a llevado consigo que la humanidad cada vez pierda el afán de adentrase en el conocimiento analítico y en la empresa de conocimiento más allá de su entorno más cercano, o gustos y los grandes etcétera que esto conlleva. Se está perdiendo así la posibilidad de conocer, entender e incluso variar o adaptar conocimientos externos a los nuestros y crecer como personas singulares. Lo que nos hace simplemente diferentes e únicos. 

Esta evolución social nos están llevando a estar todos cortados por un mismo patrón, o englobados entre similares de un modo cada vez más cerrado y alejado. Como si buscaremos un modo simplemente de no tener que dar explicaciones o de protegernos del que dirán. Pero cuando alguien de nuestro círculo destaca, o se hace notorio en vez de intentar comprender se le utiliza cual diana en la que desfogar las frustraciones de no ser capaces de ser uno mismo. Así mismo cuando alguien no cumple con la normativa estipulada para ser de la idea preconcebida y prefabricada de lo que creemos bajo nuestro punto de vista como normal.

El desencadenante de este odio o desazón hacia lo que no aceptamos y la falta de aceptación en mi opinión es consecuencia inequívoca de esa carencia de sed de conocimiento e interés por el crecimiento.

Deberíamos recuperar el interés, creando que el incentivo más primordial sea una recompensa personal motivadora y no un premio que condicione el esfuerzo simplemente por un interés banal y temporal. A nivel académico las consecuencias de esta situación está creando que la juventud este cayendo en un hastío desmotivante y exasperante. No sólo pierden la autogestión de conocimiento, sino que estamos creando que pierdan la coincidencia y la responsabilidad de forjarse unas raíces culturales que les sirvan para tener un ideal de futuro estable. Le hemos acostumbrado a que todo está a su alcance con una facilidad aveces extrema. A eso sumemos la dejadez de muchos padres de la tarea de ser referentes y guías, con la justificación repetitiva de los miles de problemas sociales, económicos y largos etcéteras que simplemente ocultan un abandono. 

La necesidad de crear unas bases culturales dinámicas y de convertir el ocio en algo constructivo, más que en una perdida de tiempo completa. Es de vital urgencia.

Debemos recuperar el control de los aspectos más exponenciales de la cultura, y no solo literata sino también aquella gran cultura del aprendizaje de conocimiento de causa, de la cultura del conocimiento popular, del compartido entre mayores y alevines, volver a tener interés en la escucha de aquellas experiencias vividas por nuestros ancianos, ancestros y orígenes, a todo nivel. Necesitamos como agua el sediento, que la sociedad recupere la cultura asimilada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario