martes, 14 de febrero de 2023

Entre las paginas

En un tiempo, entre las amarillentas páginas de aquel libro donde arrojábamos cual terapia de mejora de la comprensión de todo aquello que yace en nuestra mente, donde almacenábamos nuestras experiencias extraídas de esas vivencias que exprimidas al máximo daban tal caudal de frutos, que una y otra vez aniquilábamos las hojas en blanco de esas numerosas libretas o libros de viaje, que a imagen de la vieja escuela nos construimos con un pedazo de cuero hacemos las tapas, con un pedazo de cuerda haremos de cinto para no perderlo, entre las hojas acunaremos los recuerdos del momento así como aquellas ilustraciones de la mente de un loco soñador que ilustrarán la vivencia. Acumulamos recuerdos que nos ayudan a rememorar las situaciones, serán nuestros amuletos de la memoria. 

En pro de guardar el mayor simbolismo y la esencia del recuerdo escrito, una de las más dulces acciones, es guardar entre las hojas un pequeño racimo de aquellas flores que nos hacen sentir el olor de aquel momento. Fielmente somos adictos al pensamiento y al recordatorio, tal vez por miedo al olvido cruel enemigo del día a día. Damos nuestra pasión en cada uno de los garabatos de los que hacemos frases y con cada una de ellas nuestro dogma. Buscamos la ubicación de nuestra alma en cada una de las páginas aunque para ello tengamos que desgarrarnos las heridas cicatrizadas del pasado, aprendemos en cada versículo más aspectos del camino, conocemos detalles de la profundidad de la cuerda que desciende al lodazal de aquél pozo al que hemos llamado más de mil veces hogar, hicimos de el nuestro templo y de las vistas hacía lo alto, claves de las esperanzas. Ya que sí caemos es señal de lo alto que habíamos llegado, de como son los contornos de nuestro pozo aprendemos que cada capa de sentimientos que forma las altas paredes contiene las claves de nuestro más profundos sueños, tristezas y esperanzas más marcadas, más profundas, nuestros miedos se convierten en aquellos fuertes barrotes que por la incomprensión somos incapaces de arrancar.

Es gracias a la terapia recurrente en nuestras bitácoras que nos ofrecen esa inmersión tan poderosa. Que podemos decir sin equivocación que hemos encontrado esas ansiadas claves que algunos llamarían consuelo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario