Sabéis
A nivel moral puedo decir que e alcanzado el éxito personal, el esplendor que me lleva a tener claro que el día en que llegue mi final la conversación con Mí Santa Muerte Mi Niña Blanca, dará para varios tragos profundos. Pero más aún tengo la certeza que mi legado perdurará. Que cree huella en la mente y el corazón de todos aquellos seres que me rodean. Tanto para bien como para mal, cuando mi tiempo llegue a su fin, seré recordado.
Tengo las monedas para el barquero y un aguinaldo para el camino.
Tengo seguro que el fin solo es un paso más hacia un principio diferente en el que mis palabras y mis actos pasarán a formar parte de la historia que hicieron mis pasos por la existencia.
Tengo la certeza de que en mareas oscuras tal vez mi recuerdo sirva cual faro para quien siga un camino similar al mío.
Tengo la certeza que me puse en la piel y los zapatos más adecuados en cada momento de las sendas que tome hasta llegar donde sea que esté el fin de los mismos.
Tengo la certeza de haber seguido siempre aquellos versos propios que motivaron mis tiempos.
Aquellos como
Bienaventurados mis enemigos pues por ellos me superare.
Bienaventuradas las dificultades que me encuentre pues por ellas aprenderé.
Bienaventurados los inospitos caminos por los que recorrí pues en ellos perdí el miedo.
Este no es un mensaje catastrófico, este no es un mensaje derrotista, este mensaje es el resultado de analizar la existencia día tras noche y camino tras camino. Es el resultado tal vez digno, tal vez extravagante de saber con certeza que me tengo a mi mismo como aliado.
Es el resultado de observar el vaivén de la balanza en que sopesó el bien y el mal, lo bueno y lo malo de ser quién soy y más aún de ser como soy.
Es el resultado de conocer de primera mano que en esta vida lo único relevante es nunca dejarse vencer por uno mismo, no dar el tentativo pie a la confusión adictiva de perderse a uno mismo, de dejarse vencer ante la batalla con tu mayor némesis.
Tu mismo.
No debes olvidar que eres tú aliado y a su vez tu más fiel contrincante y en esta eterna batalla interna sea cual sea el resultado saldrás venciendo. Y en esa importante y portentosa victoria, la evolución que llevarás en las espaldas será el galardón más importante que tendrás cual tesoro, será lo que ilumine y de sentido al todo.
Y una vez comprendes que está fuerza reside en ti, que forma parte de tu todo. Sabrás que las batallas han cobrado sentido.
Sabrás con certeza... Que puedes con todo, incluso contigo mismo.